Hubiera deseado que todos los relojes se detengan, que los altoparlantes nunca hayan anunciado aquel viaje. -Es en nombre de la ciencia, alguien aclaró. ¿Qué ciencia? Me dije, si no curan ni un resfriado.
Hoy es algún día, de lo que sería tu futuro. A esta altura tal vez, hayas sacado tus conclusiones… mi aspecto, mi paradero impreciso: sin resentimientos, ok? Porque a pesar de este desfasaje atemporal, de aquella selección resuelta a ciegas -yo en medio, descreído de todo-, de este pandemónium anunciado hace tantísimos años y que hoy, las calles vomitan; sobrellevo ciertas convicciones que creo, son el motor.
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